lunes, 2 de abril de 2018

Nuestra conciencia



Tener el mismo deseo en dos almas distintas, en dos lugares diferentes y no poder llevarlo a cabo por tener una conciencia demasiado grande, una conciencia que nos roba las ganas, pero que la daríamos de lado si tuviéramos ocasión.

Todo llegará, todo lo que desees si realmente es bueno para ti podrás realizarlo.

Me han prohibido que te toque, no me dejan que me acerque a ti, me susurran al oído que eres lo prohibido, y más me gusta la idea de poder acariciarte y sentirte cerca.

Saltar a un vacío del cual lo desconozco todo, me da sensación de querer explorarlo, tan a fondo que caer en el es casi inevitable.

El peligro me excita, quizás por eso te traje hasta mí; la prohibición me encadena al deseo de saltarme todas las normas y saber que tú deseas lo mismo me agita.

Esta noche vendrás a mi cama, mis manos serán tan tuyas como míos serán tus labios, y cada nueva caricia que me hagas sentir tendrá tu nombre tras una mentira, un secreto.

No dejes de ser mi secreto, ya no seria lo mismo, imaginemos cada mirada como si la viviéramos y comámonos el tiempo y las ganas hasta que llegue el momento.

No quieras negarme, no quieras evitarlo, no quieras prohibirme algo que por si solo tiene ganas de salir de mí, no puedes decirme que no a algo que yo no quiero controlar, que yo quiero desbocar, que me encanta la idea de esta locura.

Que no he sido yo, que fuiste tu mí querida conciencia la que me has hecho desear más y más el pecado, ahora no me grites que estás ahí porque ya no puedo oírte.

https://www.youtube.com/watch?v=kgqmSODTcFY

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