jueves, 21 de octubre de 2021

Las cosas se acaban cuando se mueren.

 

La primera vez que dije que te quiero ocurrió sin darme cuenta, salió de mi boca sin pensar y fue solo para que entendieras que por ese motivo sigo aquí.

Desde entonces no he podido parar de decírtelo o escribírtelo y a su vez no he dejado de oírlo de tu boca, esa boca que me pierde cuando habla, cuando me besa, me muerde o simplemente cuando sonríe.

Mirarte a los ojos mientras lo digo es para mí de las mejores sensaciones que vivo a tu lado y recibir lo mismo por tu parte  es un regalo, que ya sé sin que lo digas que lo haces y a día de hoy ese es tu consuelo.



He descubierto, que otras veces, no necesitas oír nada para saber lo que estoy diciendo, para que recibas mis declaraciones de amor más sinceras, que solo con una mirada te llega y entonces me sorprendes con un “yo también a ti” y entonces mi sonrisa prende iluminando mi cara como el que enciende un mechero en plena noche.

Hace días, estuvimos hablando sobre la diferencia entre el cariño, el amor, el querer y el amar… y quedó claro… pero sinceramente, mi amor,  yo ahora mismo me he perdido entre tanta muestra de amor y me sobran etiquetas que ponerle a nuestra historia.

Todos los días me digo a mi misma que hoy no escribiré nada sobre ti, sobre nosotras… pero es algo que no puedo evitar, las letras me nacen entre los dedos y no quiero tampoco frenar este instinto que no es otro que soltar todo lo que siento y pienso, una forma más de desahogarme.

A veces me cabreo, me enfado y no me soporto a mí misma. En otros momentos soy la tía más empática del mundo y me gano un óscar en el papel de mujer comprensiva que desempeño, pero es cierto que cualquier estado de ánimo en el que me encuentro, finalmente, desaparece y solo me queda sonreír.

Sí, sonreír, aunque pueda parecerte mentira ahora mismo, porque pienso en ti y me nace la sonrisa, de tu esencia, tu valentía, tus intenciones, tu forma de querer y hacer, tu sacrificio, tu generosidad, tu bondad y tu humanidad; y agradecer a la vida la oportunidad de verte despertar, llorar, sentirte respirar, calmar tu mal estar, verte sonreír, oírte reír, respirar y olerte mientras te abrazo.

Sigo pensando que las cosas solo se acaban cuando se mueren y nosotras todavía no lo hemos hecho, mientras tanto, consuélate sabiendo que sé que me echas de menos, que sé y no tengo ninguna duda de que me quieres y que estaré aquí para ti y sé que estarás ahí siempre para mí.


AUDIO

No hay comentarios:

Publicar un comentario