martes, 31 de agosto de 2021

Como la cigarra...

 

“Cantando al sol como la cigarra, después de un año bajo la tierra”

He necesitado varios días para digerir todo lo vivido y poder plasmarlo en letras.

A veces, cuando las sensaciones son tan intensas, es muy difícil hacerlas legibles, retumban en mi cabeza de mil maneras e ideas distintas hasta que algo le da la forma… en este caso ha sido “la cigarra”.

“Y a la hora del naufragio y de la oscuridad, alguien te rescatará para ir cantando”

A mí me rescataron los brazos latentes llenos de amor, de paz, de calma. Las miradas desinteresadas y emocionadas, se colaron sin más en las profundidades de mi ser.

Lo he necesitado muchas veces durante estos tiempos de soledad física, de estar y sentirse solo.

“Tantas veces te mataron, tantas resucitarás, cuántas noches pasarás desesperando”

Cuántas veces fuimos escombros desolados, cuantas veces nos mató la vida y volvimos a nacer, a resucitar, a vivir, cuantas unos ojos nos salvaron y nos dieron vida unos brazos, unas danzas o una mirada

“igual que sobreviviente, que vuelve de la guerra”

Así he vuelto yo, como de la guerra. Donde todo se desordena.  Donde los compañeros, a los que no conoces, se hacen familia eterna. Donde aprendes a batallar contra los demonios internos que todos llevamos  dentro. Donde ganamos las batallas desde el amor. Donde los tambores de esta guerra activan un desfile de sonrisas y emociones. Donde las armas para nuestra defensa son simplemente mirar hacia dentro y encontrar el camino. Una guerra de amor y generosidad, sin violencia, de bondad, de confianza, de cuidar y que te cuiden, de aprender y crecer… de ofrecer.

Donde se aprende a abrazar desde dentro, donde valoras todo lo que la vida te ha dado y te ha quitado. Donde das las gracias cada amanecer por ser quien eres y como eres.

“Gracias doy a la desgracia y a la mano con puñal, porque me mató tan mal y seguí cantando”

Mil veces gracias por las vivencias, las danzas, las emociones, las canciones, las risas, los abrazos, los llantos, las caricias y las miradas, sin filtro porque todo es intenso al máximo.

Todo es único e irrepetible, cada persona, cada momento, cada conexión…

Lo primordial está en la esencia, en el placer de los sentidos, en los elementos, en la madre tierra. Nosotros solo somos un complemento más para llegar a ello.

Qué os voy a contar… el que lo ha vivido sabe de lo que hablo y quien no lo sepa debe plantearse seriamente vivir una experiencia así.

He vuelto cargada, como cada año.

Cargada de amor y cariño. Llena de emociones, de superaciones, de aprendizajes y experiencias.

Me traje amigos en los bolsillos, algunos ya son familia.

Me traje un amor a primera vista.

Me traje encuentros inesperados, juro que no esperaba encontrarme de nuevo contigo.

Me traje algunos esquemas rotos y sorpresas.

Me traje la luna llena reflejada en tus mejillas.

Me traje coplas y compás.

Y entre tanto traje y traje, me traje un traje, me vestí de flamenca alegre y agitando un abanico blanco quiero que me recuerden todos. Desde una sonrisa. Nos volvamos a ver o no en esta vida. De no ser así, nos veremos en la siguiente seguro, salvando a la humanidad desde el amor.

Allá donde vean un abanico blanco siendo agitado les sonrío alegremente.




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sábado, 14 de agosto de 2021

Vivos

 

Esta noche, una de las más bonitas de ver, bajo el manto de estrellas, con música de fondo, me tumbo a mirar el cielo, pongo las manos sobre mi cuerpo y siento mi propio latido, lo siento en calma pero fuerte.

Miro al espacio y no puedo evitar sentirme pequeña.

Doy gracias al universo por el tamaño que me ha dado, me siento pequeña pero sé que soy muy grande.

Me pasan muchas ideas por la cabeza, voy de una a otra y no consigo dejar la mente en blanco.

El sonido del agua me traslada y recuerdo que hace unos años estábamos aquí mismo viendo llorar a san Lorenzo un día como hoy.

Y no, no puedes dejar de mirar el cielo ni un solo instante porque te pierdes el perfecto espectáculo que dan las estrellas.

Y pienso en quien era antes…aquí a su lado, viéndolas pasar por encima de nuestras cabezas y veo quien soy ahora, todo lo que he cambiado y evolucionado.

El orgullo me invade de nuevo y me emociona saberme tan inmensamente capaz de asumir, de empatizar, de comprender, con total asertividad… como me dijeron mis amigas esta tarde.

Eres alegre y optimista, de mente armónica, tranquila y equilibrada, eres grande… de ese tipo de personas que aparte de una amistad muy bella te puedes llevar muchas enseñanzas y perspectivas diferentes, de las que suman. Y yo que me siento pequeña bajo este manto estrellado.

En fin eres alguien con quien apetece estar y quien no lo vea se pierde una buena fiesta.

Tener amigas que te vean el alma es un regalo, por ello doy las gracias de nuevo a este bendito universo que me puso en este lugar en este momento.

Soy de las que piensa que hay que dejar algunas cosas para después de la muerte. Esta vida es demasiado como para desperdiciarla con tristezas, negaciones u oscuridades.

Soy luz y cada día que pasa brillo más y con más fuerza. Todos los días aprendo cosas nuevas y ese baile no me lo quita nadie. Como tampoco me pueden quitar el placer de ver estrellas fugaces en calma, la ilusión de un nuevo viaje, de nuevos planes, de vivir.

Porque hoy me siento más viva que nunca aun teniendo los bolsillos vacíos, la cuenta en rojo y el capital en bancarrota.

En cambio soy rica en placeres, en vivencias, en amigos, en familia, en amor, en bondad, en ilusiones, en tiempo, en vida, en sueños, en caminos por recorrer, en abrazos que recibir, en besos que dar, en planes, en días aburridos, que también son necesarios, en espacios para mi, en caricias, en olores, en latidos y en sentidos.

Y si algún día viene la vida a darme jaque mate, aquí me tiene, me pillará viviendo al máximo cada instante y disfrutando del regalo que ha sido hasta el final. Seguramente me pillará bailando al son de una bonita música de tambores, sintiendo la tierra, el aire y el fuego. Me encontrará descalza y soñando.

Como dice la canción, estamos vivos y no debemos malgastar el tiempo de la vida en cosas sin importancia. Si algo no te gusta, cámbialo. Si alguien no te aporta, aléjate. Si te estás enfermando, empieza a sumar. Si tu pensamiento te aprisiona, canta. Si el pecho te aprieta, baila. Si sientes que no eres feliz, sueña. Si no cumples tus sueños, empieza a andar. Si la tristeza te inunda, comienza a nadar. Si la vida te hace “pupa” te curas y listo.

No hay nada que no se arregle con el tiempo y las ganas. Tienes el tiempo, siembra las ganas y cosecha los frutos de la alegría y la serenidad. Cuida tu mente y tus pensamientos son tu mejor aliado y tu pero enemigo la vez.

Solo tú tienes las llaves para abrir o cerrar las puertas que necesitas, úsalas.

Sueña, ríe, canta, danza, mira un bonito atardecer, agradece cada día, piensa en positivo, bebe mucha agua, haz deporte, come sano, cuídate por dentro, rodéate de personas bonitas, escucha buena música, disfruta, haz algo prohibido de vez en cuando, no tengas miedo… y si lo tienes, hazlo con miedo, no pasa nada.

No dejes escapar tu tiempo, sonríe y vive.





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lunes, 9 de agosto de 2021

Se puede ser mas bonita??

 

No se puede no!

Y tengo la profunda intención de que siga siendo así, no me apetece en absoluto descubrir que puedes dejar de serlo.

La memoria es selectiva, ya lo sabemos, por ello me voy a quedar solo con los recuerdos que me arrancan hoy una sonrisa, para no olvidarme de las risas, las miradas, las caricias, los placeres, los detalles y las ganas dentro de unos años.

Los abrazos…no me quiero olvidar de tus abrazos, porque llevan colgado un, “que bien hueles” cuando solo es colonia infantil. Tú sin embargo hueles a inciensos con velas encendidas, a playa y sol, a cítricos y a aceites esenciales.

Algunas veces, cuando bostezo y se me estiran todas las capas de piel de la cara y la boca, viene a mí el sabor de tus besos y sin darme cuenta vuelvo a saborearte mientras sonrío.

Porque tienes un sabor que me pierde y eso aún me gusta.

Porque me encanta que me recibas en ropa interior con un “pasa y ponte fresquita”

Porque eres una copilota increíble hasta cuando te pones golfa y decides meterme mano mientras conduzco.

Porque hacer una lista nombrando algunas de tus cualidades no es tan sencillo como creía…sonaban mejor en mi cabeza. Y digo algunas porque no las conozco todas y otras muchas me las guardaré para mí.

Porque eres bonita cuando sonríes y cuando no, cuando estas agotada y cuando duermes, disfrutando, al sol y a la sombra, seca o mojada, eres bonita por dentro, también por fuera, de frente y de espaldas mientras te alejas con ese contoneo que tienen tus caderas, lo eres con cosquillas, con placeres…eres bonita hasta cuando te pones celosa.

Todo pasa por algo, por ello no te vi aquel día…y mira q había luces allí. Sencillamente así, después de un baile y una noche te comencé a mirar.

Por eso ahora lo que veo lo quiero conservar. Veo a una persona llena de cualidades que valoro, admiro y quiero que sigas aquí. De otro modo, con otro baile, con otros besos pero con cosquillas, abriendo el abanico de posibilidades de cosas y planes que hacer juntas, de otra forma de sentir, de otra forma de querer, de otra forma de mirar pero con la misma forma de abrazar.

Quedarme colgada en tu mirada es lo único que me ha dado miedo. Sinceramente me aterra y es una de las cosas que estoy segura que podrían llegar a pasarme, por ello prefiero evitar el riesgo que corro cuando me miras apartando la vista.

Por eso, a veces, no soy capaz de mirarte a los ojos. Ahora ya lo sabes, solo es protección y es mejor así.

Me estoy emocionando al escribir y me tengo que parar a respirar, como si me estuviera despidiendo…que tonta, pero es una emoción limpia, tranquila, de bien estar.

Porque no hemos tenido nada malo, nada insano, nada toxico, nada irrespetuoso, nada triste, nada de culpa ni nada castigado…por eso mismo yo sonrío cuando nos pienso y me siento contenta.

No podemos saber la huella que vamos a dejar a otras personas, ni tampoco la que nos van a dejar a nosotros, eso lo dice el tiempo. Pero las intenciones se ven en la forma de andar.

La vida debería de estar llena de historias bonitas, de personas bonitas y de futuras amigas bonitas.


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viernes, 6 de agosto de 2021

Memoria selectiva

 

Te oigo hablar de algunas cosas de nuestro pasado y no sé porque mi mente decidió olvidarlas…eso de la memoria selectiva a veces es una maravillosa ventaja, me ahorro una gran variedad de malos recuerdos.

Luego me cuentas sobre tu nueva vida y te juro que me repugna oír tanto detalle, pero seguro que mi memoria hará el mismo trabajo y lo olvidaré enseguida.

Cada persona que pasa por mi vida me deja una huella, un aprendizaje, una sensación y posiblemente un recuerdo, pero pienso en quien era yo antes de ti y te mereces un monumento.

Tanto aprendí, tanto cambié, tanto superé…probablemente seas la persona de la que más me he beneficiado.

Por cada vez que con tus manos y tu boca controlaste mis actos, mis amigos, mi trabajo y mi libertad, yo aprendí a caminar un poco más rápido.

Por cada grito que mis oídos tapados intentaban evitar que entrara en mi pequeña cabeza mi vista subía un centímetro.

Por cada insulto que recibía y lanzabas mi autoestima al subsuelo mi frente con el tiempo se alzaría sin control.

Por todos los actos de odio que, con todo el amor que decías que me tenías, tú dañabas mi alma y me anulabas las ganas, con todos esos yo me hice una soga.

Por cada vez que me tumbabas como en un ring de boxeo y me escupías tus traumas a la cara yo me cosí la boca y nunca más te pedí que parases.

Por cada vez que sentí el golpe de tus manos contra mi espalda yo aprendí a darme la vuelta, a darte la cara y a retarte para que me dieras mas y mas fuerte.

Por cada vez que rompiste mis recuerdos, los esparciste a trocitos por el suelo y quedaron sin arreglo yo sentía más cerca a los míos, a mi familia, a mi madre.

Aunque ella nunca se fue y con sus manos de madre guerrera me saco de allí. He de reconocer una vez más que le debo la vida, me salvó en todos los sentidos en los que puede salvarse a una persona.

Podría seguir pero no quiero hundirte. Entonces llego el día, cogí mi vista que miraba el horizonte el cual estaba lleno de cosas nuevas por vivir, cogí mi frente, alta y serena y entre mis manos encontré una soga construida con derrotas, humillaciones, dolores, sangre, quemaduras, rozaduras, insultos, odio y la usé para atarte las manos y quitarte todos los permisos que yo misma te había dado para que pudieras dañarme y anularme, entonces comencé a andar rápidamente y sin mirar atrás.

No fue difícil, si lo hubiera aprendido antes…todo lo que me habría ahorrado. Pero la vida te enseña las cosas hasta que las aprendes, si necesitas que sea a la novena, nueve veces te lo va a enseñar o las que sean necesarias.

A día de hoy no entiendo como hay personas que después de toda una vida no aprenden algunas lecciones…pero eso ya es asunto suyo. Probablemente necesitan superar el miedo. No es natural temer a la persona que se ama. No querer pestañear por miedo, ni hablar, ni moverte o incluso respirar dormida puede ser aterrador.

Yo aprendí, a base de golpes pero lo hice. Soy la persona que quiero ser y estoy orgullosa de eso, de las guerras ganadas y las batallas perdidas y saber que todo es un aprendizaje.

Mi memoria olvidó muchos momentos que para ti fueron felices…yo en cambio lo eliminé y por más que me esfuerce en recordar, cuando te oigo contármelas me parece que me hablas de una película en la que me quedé dormida.

Te doy las gracias por todo lo que me hiciste crecer y lo fuerte que puedo llegar a ser, te perdoné hace bastante tiempo y pasé la página de mi libro, esa tan negra que yo recuerdo tan borrosa y quedó aplastada por historias y personas preciosas que pasaron por mi vida y me acariciaron las cicatrices con besos.

Hoy vuelvo a escribir sobre esto para no olvidar quien soy, de donde vengo,  quien fui, donde no volveré a estar y por supuesto quien no volveré a ser jamás.


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