viernes, 22 de septiembre de 2017

Hoy y mañana, pasado no lo sé. Y así cada día...


Tengo unos ojos que lo dicen todo, una expresión que no necesita palabras. También tengo unas manos que consiguen gritar todo lo que soy capaz de callarme y cada palabra que te diría al oído.

Tengo un cuerpo que mides centímetro a centímetro, descubriendo en el en cada encuentro cosas nuevas, sensaciones nuevas, calores y olores nuevos.

Tengo una risa que despiertas con la tuya. Un deseo que no necesita ser animado, que ya lo está solo con verte. Tengo unas ganas que encierran un mundo nuevo por descubrir.

Tienes…tú tienes en tus ojos clavados los míos mientras tu expresión habla por sí sola. 

Tienes tus manos agarradas a las mías cuando a su vez las llenas de besos. Tienes palabras calladas, silencios que gritan y susurros que no quieres pronunciar.

Tienes encerrado en tu cuerpo todo un mundo de sensaciones, de colores y de canciones.

Tienes una jungla en tu boca, unos besos llenos de ardiente deseo, de un intercambio desorbitado de pasiones.

Que te hago feliz…hoy y ayer.

Ni siquiera me lo he propuesto. No estaba en mis planes pero me encanta la idea de saber que te doy más de lo que yo esperaba.


Hoy y mañana, pasado no lo sé. Y así cada día.  


sábado, 16 de septiembre de 2017

Y esta vez no te vas a flipar...


“Y esta vez no te vas a flipar” el final de algo que ni siquiera me importa en realidad. Que no tengo interés por saber aunque sí es cierto que te lo he preguntado una vez.

No me importa en absoluto cómo empieza o cómo acaba tu “discurso”, si termina con el sabor de un día largo en el que tus ojos cansados aun deseando cerrarse tienen fuerzas para mirarme y recrearme en ellos.

No me importa cómo sigue si simplemente somos dos personas en la calle haciendo cosas normales mientras eres capaz de despertar magia en mí.

No me importa…

No me importa lo que piensas porque sé que lo sabré algún día.

No me importa lo que sientes porque sé que me lo dirás.

No me importa lo que temes porque sé que lo compartirás conmigo.

No me importa lo que hagas porque sé que será conmigo algún día.

No me importa si el día es de esta vida, de la siguiente o dentro de mil años, no me importa la forma porque sé que será de cualquier forma.

No necesito saber más de lo que tu boca me cuenta cuando me besas, no quiero saber más que lo que tus ojos me dicen cuando me miras y no ansío saber más de lo que tus manos me hablan cuando me tocan.


No olvides mi vida que lo que tu boca calla tus ojos hablan.

No tengo prisa...

domingo, 10 de septiembre de 2017

“La Jefa”


Es de bien nacido ser agradecido, siempre lo he dicho y siempre lo he pensado.

Por eso no me canso de dar las gracias a la vida por todo lo que tengo, lo que me ha dado, lo que me ha quitado, me dará y me quitará.

Pero ahora no quiero centrarme en la vida en general, quiero dar las gracias por escrito ya que llevo más de un mes dándolas a gritos por los rincones de ese maravilloso lugar al que nosotros llamamos: trabajo.

El lugar…lo tiene todo, al menos para mí, tiene encanto, magia, calidez, elegancia, tiempo e incluso sabiduría. Es un lugar memorable, con nombre propio y familia propia.

Tiene color, música y aire limpio. Yo me aventuré en la gran travesía que estoy disfrutando ahora, sin importarme los sobresaltos que pudiera encontrarme y sin pensar las sorpresas que tenía preparadas para mí.

Pero yo sola no hubiera podido…Noé fue famoso por su arca pero sin las parejas de animales que le acompañaban Noé sería solo un náufrago más. A mí me pasa lo mismo.

Sé que he puesto ganas, energía, corazón, sudor, ideas, tiempo, ilusión, calma, proyecciones y todos y cada uno de mis sentidos. Pero siento que sin vosotros no hubiera servido de mucho.

Desde el primer día que comenzamos el proyecto no me he sentido sola ni un solo segundo. Los de hoy y los de siempre…

Mi familia, grande y unida. Todos a una por una nueva aventura, una nueva oportunidad y no dejáis de sorprenderme por estar a mi lado.

Mi madre…que haría yo sin esa sabía mujer, generosa como la que más. Que se lo quita de ella para ofrecérselo a sus hijas…

Mi padre que con sus manos trabajadoras también pone siempre su grano de arena.

Mi otra familia, la de codo con codo, mi otra mitad, mis pies y mis manos…no hay más palabras.

Mis amigas, que tampoco dejan de sorprenderme por estar, por los kilómetros y por la ilusión. Simplemente por estar…

A la música por dar el toque, por poner banda sonora y dar melodía a lo que comienza siendo la mejor de las canciones.

A el color, el que con tus pinceles llenos de magia has decorado con fuerza y energía cada trozo de piel que se erizaba esa noche.

A los corazones desinteresados que pusieron su ilusión junto a la mía y demostraron ser mejores de lo que podía imaginar.

A los cuerpos forrados de negro, mi equipo. Que digo equipo, equipazo. El de esa noche, el de antes y el que vino detrás.

A ellos que día a día demuestran que valen, que saben superarse, que pueden mejorar, que son el pilar más importante de ese lugar y que sin ellos nada sería posible. Quizás sería posible pero nada sería igual.

Que sentirse a gusto en el trabajo es muy importante, que ser un equipo y tener un buen líder no es tan fácil.

Que con vosotros cada día me siento en un abrazo continuo y lucho para que siga siendo así.

Un día me dijeron que estaba loca, que no lo conseguiría…yo me reí, y esa misma persona más tarde me dio su mano equivocada por juzgar antes de ver.

Todo es posible le dije…y así ha sido. Pero no solo por mí.

Ha sido gracias a que en un momento determinado un puñado de almas se pusieron de acuerdo y latimos al unísono por una misma ilusión.


Que yo sin ellos solo soy una personita más en este gran universo, nada importante, pero junto a ellos y gracias a ellos simplemente soy “La Jefa”



jueves, 7 de septiembre de 2017

Me gusta.


Me gusta mirarte, olerte, tocarte y sentirte.

Me gusta que me mires, me huelas, me toques y me sientas.

Me gusta que me cuides, que me hagas saber que estas aquí en mitad de una pesadilla.

Me gusta que me abraces para dormir como si no quisieras despertar nunca de este sueño.

Me gusta sentir que te has dormido, que tu cuerpo relajado ahora respira a otro ritmo.

Me gusta que tus ritmos sean mis ritmos y que sean honestos.

Me gusta que quieras guardarme tus besos para mi, que no te apetezca compartirlos y me gusta querer exactamente lo mismo.

Me gustan tus caricias, tu voz a media hasta mientras suena una canción porque aun no te atreves a mostrarme esa faceta.

Me gusta disfrutar contigo un rico plato, o dos y luego el postre...que sean dos o tres horas de charlas en el sofá.

Me gusta tu forma de mirar, tu forma de reír y tu forma de acercarte solo a rozarme.

Me encanta que te quieras quedar...que sepas que las puertas están abiertas por si decides marcharte pero que sepas también que si lo haces iré a buscarte amor.

martes, 5 de septiembre de 2017

Tú, yo y la luna.


En mitad de la noche mientras la luz de la luna entra por la ventana al abrir los ojos me doy cuenta que me miras. A su vez veo tus ojos iluminados por su reflejo más bonitos que nunca, me doy cuenta que es exactamente donde quiero estar y como me quiero sentir.

Creo que me gustan todas y cada una de tus pestañas, incluso las que se te caen y resbalan por tu mejilla, esas que aparto con mis manos. Todas, me gustan todas.
No imaginé un plan mejor para el día de hoy. Me ha encantado, poder mirarte y dejar que me contemplaras en silencio. Comerte los suspiros y beberme tu aroma. Merendar de ti y cenar también. Hablar, volver a hablar y hablar de nuevo. Sé que solo has venido a eso.

Me recuerdas cosas que tenía olvidadas y dichas de tu boca suenan diferente, me ordenas el desastre que me había construido tras mis muros en los que no entra nadie, me abrigas la sonrisa y me proteges los sueños.

Me haces sentir bien. No hay más definición sobre todo esta “paranoia” esto que no nos parece normal y me preguntas constantemente que es.

Que no quiero que te vayas, ni que te alejes, quiero que te quedes…de cualquier forma pero quiero que lo hagas y sé que vas hacerlo.

Me alegra mucho que hayas entendido que nuestros besos no eran de una  “primera cita” aunque yo no me acordaba de eso es importante para mí que puedas entenderlo.

Tú, yo y la luna subiendo como la temperatura, cada vez más alta. Solo ella es testigo de las miradas, de las caricias y los besos. Ella ha presenciado que esto es diferente, que puede traspasar barreras y cambiar costumbres, crear necesidades y romper esquemas. Ella ha sido testigo de tus besos en mi frente, de tus abrazos a media noche y de nuestras manos…

Solo yo sé lo que siento y voy a compartirlo contigo, de eso puedes estar segura. De cualquier forma…

Solo yo sé que me has buscado dormida para saber que estoy aquí a tu lado. Sé que me miras embelesada, sé que no querías irte y sé que volverás.


También sé que no eres la mujer que estaba buscando, pero estoy completamente segura que eres la mujer con la que yo me quería encontrar…

viernes, 1 de septiembre de 2017

Fue un bonito sueño imaginarlo, pero a la vez un gran error...


Ya sabéis que últimamente me gusta expresarme escribiendo, hoy quiero publicar algo que escribí hace meses, cosas que ya no siento igual y de las que me siento orgullosa por la forma en las que la he superado y lo maravillosa que es mi vida ahora.

Hoy no cambio ninguno de mis sentimientos vividos porque todos ellos me han llevado a ser la persona que soy ahora y aunque haya rencor en mis letras, eso forma parte de mi pasado, de mis vivencias y de mis batallas ganadas.


                      -  Octubre 2016  -

Me siento aquí delante de una hoja en blanco con el profundo deseo de llenarla de letras, de frases que expresen exactamente todas y cada una de las sensaciones que tengo en mi.

Cada día abro mis ojos, sin que suene ninguna clase de alarma, y siento tu abrazo sobre mi espalda, siento tus besos sobre mi hombro, siento tu aroma, tu corazón latiendo fuerte, oigo tu voz dándome los buenos días y deseando que el día sea lo mejor que podamos crear, siento tu respiración en mi oreja y tus susurros diciendo todo lo que me quieres y que lo vas hacer toda la vida; luego es cuando despierto, aun estando ya despierta, y vuelvo a la realidad que no es otra que nuestra cama vacía, que tu aroma ya no existe y que todos esos besos, abrazos, sueños caricias y te quieros ahora se los das a otra persona.

Si es duro escribir estas letras, que sí lo es, aún más duro es vivirlas cada día desde que te fuiste.

Te fuiste sin apenas despedirte, creo que sin apenas pensarlo y aun no sé qué te ha pasado…no logro entender que te mantenía aquí conmigo o que tal infeliz has sido para salir corriendo así, huyendo. Claro está que no podías huir sola y has esperado a tener una compañera que te de la mano.

Recuerdo tantas cosas…tantos detalles, que no me cuadran por supuesto. Recuerdo como días antes me dejabas notitas en nuestro mural, en ese que nos poníamos cosas lindas que nos hicieran sentir bien, en eso consistía.

Recuerdo que recortaste en papel el día de nuestra señalada boda, ese día tan perfecto que juntas escogimos para unirnos la una a la otra para siempre.

Recuerdo que fantaseábamos con si sería un crucero o un viaje planificado, recuerdo que teníamos claro que sería el viaje perfecto. También recuerdo que sería la boda perfecta, que tendríamos todo lo que queríamos tener e incluso estaría quien quisiéramos que estuviera, siempre decíamos “solo nos vamos a casar una vez en la vida”.

También recuerdo las promesas, esas que ahora se ha llevado el viento, y que con el tiempo serás capaz de prometer a otras personas. Promesas que jamás creí que tú las olvidaras, ya no digo que no las cumplieras sino que las traicionaras a ellas y a tu palabra a tal nivel que ni tu creo que te creas lo que has sido capaz de hacer.

No eres la única que ha cometido errores, no te voy a dar esa carga, yo también he tenido los míos, uno de ellos ha sido amarte tanto que no pude notar cuando se rompió ese hilo entre nosotras, ese que yo creía irrompible, que lo veía ya eterno junto a ti, como se suele decir, hasta que la muerte nos separe…

No sé en qué momento te distanciaste de mí, o si llegaste a hacerlo. Sigo  pensando que esto no es verdad, sigo creyendo cada día que nada ha ocurrido, sigo soñando con nosotras, con nuestros besos nuestros sueños y nuestro pasado. Sigo negando que haya sido todo así, de esta manera tan cruel y ruin, de esta forma que me ha destrozado el alma y los sueños. Sigo imaginando nuestro encuentro en aquel lugar, rodeadas de todas las personas que nos quieren y a la vez tu y yo solas caminando hacia “un pá siempre contigo”.

Me has roto el amor, has conseguido que no sea capaz de creer en él, ni siquiera creo en el amor que decías que tenías por mí. Tampoco creo que tengas amor ni siquiera por ti misma.

Me has destrozado la confianza que se puede tener en otra persona, en la persona amada, pienso que jamás podre confiar en nadie más, pues fuiste la persona en la que más confiaba y me has fallado de  la noche a la mañana. Me has mentido cuando decías que me amabas, que me querías, que seriamos muy felices juntas, que querías tener hijos e incluso hablábamos de la educación que le queríamos dar.

Me has hecho trizas los sueños, los de crear algo en común no me creo capaz de volver a crear nada con nadie como lo hice contigo, no, y tampoco quiero .

Me has quemado las ganas de luchar, las ganas que uno posee de luchar por alguien a quien ama, me has demostrado que eso no existe, que has preferido luchar por alguien con quien no tenías nada, con quien no habías construido nada, con quien no tenías planes y con quien no has vivido nada. Quizás estas luchando por el amor verdadero y a mí solo me has usado para el entrenamiento y espero que sí es así te haya servido de mucho.

El dolor es tan grande, tan intenso, tan arrasador que ha llegado a poder conmigo, me ha derrotado, me ha destrozado, me ha hecho cenizas y ellas vuelan por el aire donde les lleve el viento.

No sé ni quien soy, me siento ser la persona que no ha sabido mantenerte enamorada, que no ha sabido avivar la llama de este amor que teníamos, me siento derrotada, me siento perdida, me siento como después de una brutal paliza. Me culpo porque pensaba que te daba todo, de hecho te lo he dado, pero jamás te di lo que tu necesitabas. Tú tampoco pedias nada, y es muy difícil adivinar lo que alguien necesita.

 No quisiera que nada hubiera pasado así, quisiera que hubieras tenido el valor de contarme que sentías que te perdías de mi mano, que ya no me mirabas igual, que mirabas a otra…pero no tuviste el valor de hablar, tuviste el valor de meterte en su cama, sin pensar en nada, ni en mi siquiera ni en el daño que me podías hacer, en la vida que me podías destrozar.

No has pensado por un momento en que yo estaba aquí? Esperando por ti, por llegar a casa y contarte el duro día de trabajo y que me abrazaras consolando mi cansancio físico, en llegar y felicitarte por haber superado esas pruebas físicas que tanto temías y me encuentro con la infidelidad en tu mirada y que ya habías celebrado con ella tu esperado ascenso. Eso es tan difícil de creer, tan vergonzoso de asimilar, tan humillante y tan poco humano.

Ese acto que has criticado tanto…que repetías sin cesar, yo no podría, yo antes de hacer eso, yo hablaría, yo no podría mirarte a la cara mientras que te estoy engañando….y siempre te lo dije, no se puede escupir para arriba porque te cae encima, es algo inevitable. 

Ahora serás tú la criticada, serás tú la que no vean con buenos ojos, serás tú en la que quizás alguien no vuelve a confiar ciegamente.

 Creo que aunque seas feliz en esta nueva etapa que has comenzado al salir huyendo, creo que tú misma te críticas, tu misma sabes que le has fallado no solo a mí, que me diste tu palabra de lealtad, sino a tus propios principios, esos principios que te van a perseguir toda la vida, yo no voy hacerlo, de hecho he dejado de hacerlo y he decidido desde el primer día que tienes derecho a vivir tu vida, que tienes derecho a ser feliz, a salir de esta cárcel en la que estabas atrapada en un amor que te creías y no era cierto, un amor del que me hiciste creer que sería eterno. 

Te dejo que vivas tu vida, no voy a molestarte absolutamente para nada. Vas a vivir sin mí, no voy a rondar tu calle, ni tu móvil, no voy a llamarte más, he comprobado, que así me sienta al borde de la muerte no tienes humildad alguna para sacarme de él. 

Me has demostrado con el paso de los días que no eres la persona que se merezca ser mi esposa, no merecías ese lugar. Sinceramente, no me mereces ni me has merecido nunca, ahora que abro los ojos es cuando soy capaz de verlo. De ver que nunca te has tomado en serio nada, ni siquiera el respeto, que es la base fundamental de una pareja.

Yo apostaba  por ti y por tu lealtad incluso mis manos, si esas apuestas fueran ciertas, ahora mismo lloraría por ser tan tonta de perder mis manos por alguien que aun sabiendo que yo las perdería me falló.

Y siento que no me puedan salir otro tipo de palabras hacia ti ahora mismo, te has ganado a pulso todas y cada una de mis letras, que como siempre las escribo desde la educación, el respeto que aun te tengo, que no es otro que el que te mereces y el gran dolor que siento.

Quizás otro día, mañana mismo escriba otras cosas muy diferente, y si es cierto que te escribo a ti, que me dirijo a ti pero no tengo intención ninguna en que leas mis letras, pues afirmo que tampoco te las mereces.

Lo único que considero que mereces en la vida, es eso vivirla y ser feliz, me alegrare algún día que esa felicidad no sea a mi lado porque gracias a ti, a tu falta de respeto, a tus actos, y a tu poca humildad me he dado cuenta que no merecías ser mi esposa.


 Fue un bonito sueño imaginarlo, pero a la vez un gran error.

Decir sin dañar es tan difícil...


Mientras lío un cigarrillo pienso y delibero en mi mente como voy a empezar a escribir todas las cosas que quiero expresar. Cosas que tú ya sabes pero a su vez no quieres admitir.

Sé cuánto cuesta creer las cosas que una no quiere ver, créeme que he pasado por eso varias veces en mi vida. Es difícil creer algo que no te gusta y se sale de tus esquemas.
Y... yo que sabía que algo así estaba por venir…algo como lo que estás pasando, pero sinceramente no esperaba que fuera tan fuerte.

No quiero creer que tú estés sufriendo por todo esto que empezó siendo tan sencillo, tan fácil y que con el simple sonido del “tic tac” de un reloj se ha complicado para ti y también para mí.

Crees que mi postura es sencilla y no lo es. Quiero que sepas que a mí tampoco me gusta expresar cosas que sé que te duelen, tener gestos que te dañan, que tengas miedos y decir verdades que no quieres aceptar.

Como dice la canción, "El amor no se explica"…quiero que la escuches, que la sientas y que incluso le veas la mirada en una de esas noches que te vi con otros ojos y quise alejarme.

No es cierto que no tienes nada que no me guste…no repitas eso porque no es cierto. 

Me gusta la sensación de tenerte cerca y he de reconocer que hasta te echo de menos cuando no estas, pero tienes que aceptar que quiera defenderme de todo eso porque no quiero caer en las redes de nadie.

Ya sabes que soy pájaro libre y vuelo con el viento a poder ser con el más veloz y el que sopla más fuerte, ese que me aleje de cualquier sensación que pueda atarme. Ya estuve atada, y sé que ahora no quiero eso.

También te dije que no te colgaras, que esa cuerda de la que vas atada te hace mal a ti y también a mí, te lo advertí y te pedí que lo evitaras. Tú en cambio la usas de fortaleza porque piensas que conmigo eres mejor, y deja que te diga que eso no es cierto. Yo no soy quien va a salvarte, solo vas a salvarte tú. 

Solo tú puedes luchar contra mí y tú tienes que entender que prefiero mi libertad ahora mismo, la de mi mente y la de mi ser. Tú me estabas atrapando y he reculado.

Olvida todo lo que ha pasado detrás de todo eso, quédate con los buenos ratos, las risas, las estrellas sobre el manto de la noche, los pasodobles en la madrugada y las miradas ante los compañeros de trabajo.

Quiero que te quedes con eso y puedas cambiar tu forma de pensar ante nosotras, aún podemos darnos cosas buenas pero ya sabes que son distintas a las que nos dimos por unos días.


Quédate con lo agradable, deja de bombardear que no vales nada porque no es así, deja de creerte que todo es culpa tuya y deja de enfadarte con la vida por sentirte idiota, deja de hacerlo. 

Simplemente no ha sido el momento, no ha sido lo que tú esperabas. 

Piensa que ha sido real, que ha durado lo que tenía que durar y que todo pasa por algo, incluso las cosas que a ti no te gustan, esas también son necesarias.