Es de bien nacido ser agradecido, siempre lo he dicho y
siempre lo he pensado.
Por eso no me canso de dar las gracias a la vida por todo lo
que tengo, lo que me ha dado, lo que me ha quitado, me dará y me quitará.
Pero ahora no quiero centrarme en la vida en general, quiero
dar las gracias por escrito ya que llevo más de un mes dándolas a gritos por
los rincones de ese maravilloso lugar al que nosotros llamamos: trabajo.
El lugar…lo tiene todo, al menos para mí, tiene encanto,
magia, calidez, elegancia, tiempo e incluso sabiduría. Es un lugar memorable,
con nombre propio y familia propia.
Tiene color, música y aire limpio. Yo me aventuré en la gran travesía
que estoy disfrutando ahora, sin importarme los sobresaltos que pudiera
encontrarme y sin pensar las sorpresas que tenía preparadas para mí.
Pero yo sola no hubiera podido…Noé fue famoso por su arca
pero sin las parejas de animales que le acompañaban Noé sería solo un náufrago más.
A mí me pasa lo mismo.
Sé que he puesto ganas, energía, corazón, sudor, ideas,
tiempo, ilusión, calma, proyecciones y todos y cada uno de mis sentidos. Pero
siento que sin vosotros no hubiera servido de mucho.
Desde el primer día que comenzamos el proyecto no me he
sentido sola ni un solo segundo. Los de hoy y los de siempre…
Mi familia, grande y unida. Todos a una por una nueva
aventura, una nueva oportunidad y no dejáis de sorprenderme por estar a mi
lado.
Mi madre…que haría yo sin esa sabía mujer, generosa como la
que más. Que se lo quita de ella para ofrecérselo a sus hijas…
Mi padre que con sus manos trabajadoras también pone siempre
su grano de arena.
Mi otra familia, la de codo con codo, mi otra mitad, mis pies
y mis manos…no hay más palabras.
Mis amigas, que tampoco dejan de sorprenderme por estar, por
los kilómetros y por la ilusión. Simplemente por estar…
A la música por dar el toque, por poner banda sonora y dar
melodía a lo que comienza siendo la mejor de las canciones.
A el color, el que con tus pinceles llenos de magia has
decorado con fuerza y energía cada trozo de piel que se erizaba esa noche.
A los corazones desinteresados que pusieron su ilusión junto
a la mía y demostraron ser mejores de lo que podía imaginar.
A los cuerpos forrados de negro, mi equipo. Que digo equipo,
equipazo. El de esa noche, el de antes y el que vino detrás.
A ellos que día a día demuestran que valen, que saben
superarse, que pueden mejorar, que son el pilar más importante de ese lugar y
que sin ellos nada sería posible. Quizás sería posible pero nada sería igual.
Que sentirse a gusto en el trabajo es muy importante, que ser
un equipo y tener un buen líder no es tan fácil.
Que con vosotros cada día me siento en un abrazo continuo y
lucho para que siga siendo así.
Un día me dijeron que estaba loca, que no lo conseguiría…yo
me reí, y esa misma persona más tarde me dio su mano equivocada por juzgar
antes de ver.
Todo es posible le dije…y así ha sido. Pero no solo por mí.
Ha sido gracias a que en un momento determinado un puñado de
almas se pusieron de acuerdo y latimos al unísono por una misma ilusión.
Gracias a ti por dejar poner nuestro granito de arena,para poder construir tu castillo de riquezas . La amistad,cariño y amor son los q permanecen para así poder construir. Gracias emana . Muaaak
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