viernes, 24 de noviembre de 2017

¿Quién acierta casi siempre?


No sé cómo hemos llegado a este punto en el que veo que todo ha cambiado. No sé como pero creo que si el motivo.

Leo un libro tras otro para poder evadir la mente, fumo sin poder evitar ninguno de los cigarrillos que lio entre mis manos. Escribo tanto y tan mal que no me atrevo a mostrarlo al mundo. Siempre he pensado que hay cosas que es mejor que sean leídas cuando ya estén superadas.

Pienso en el día de hoy y honestamente tengo que reconocer que me avergüenza. Ya ves…soy más impulsiva de lo que pensaba, no pude evitarlo.

Pero no me arrepiento de nada de lo que he dicho y ha provocado esta situación. Todas las palabras fueron ciertas y honestas. Puede que no fueran ni la forma ni el momento adecuado, pero ¿quién acierta casi siempre?

No dije nada que no haya pensado mil veces que podía decir, ni nada que no haya dicho antes en otro momento de mi vida, pero si ha sido la única vez que mis palabras me han llevado a una situación que no quiero, que no esperaba.

Acepto la respuesta, no quiero cambiarla. La troceo, la mastico y me la trago. Igual que voy a tragarme todas las cosas que siento porque no tengo derecho a dislocar la vida de nadie que no quiere que lo haga.

Anoche, mientras metía mi cabeza en un pijama para ponérmelo pude olerle. Cuando llego del trabajo veo mis cosas que ahora son “suyas” en mi cuarto, por el suelo. Veo su coche por la carretera e incluso le veo en otros coches y realmente está ahí.

Incluso después de intentar echarle de mi vida me doy cuenta que no quiero eso, que es su abrazo el que me falta, el que me calma, el que aun deseo y que no quiero que se vaya. De cualquier forma…simplemente eso.

Yo claro que tengo miedos, dudas, preguntas sin respuesta y sentimientos, soy humana también.

Siempre me dijo que no había amor y mi respuesta era irme al lado opuesto y decirle que lo que no había era odio. Nunca quise creer esa idea…”no hay amor” evidentemente si te vas al lado opuesto como hago yo sí que hay amor, pero esa respuesta mía no era la correcta.

 No se puede odiar a quien se besa apasionadamente, ni con quien se duerme tranquila, ni a alguien que te quiere cuidar ni a quien despierta en ti detalles bonitos. Tampoco hay odio en las sonrisas ni en las caricias cuando se obtienen voluntariamente y encima repites…ahí no hay odio, pero tampoco amor. 

La escala de grises es tan amplia que no tiene que ser blanco o negro, simplemente es un color.