Cuenta la
historia que una chiquilla perdida quiso encontrarse. Y así fue…
Pero no
vamos a hablar ahora de la chiquilla. Hablaremos de la maravilla con la que
ella se encontró.
Puedo decir
que casi era el paraíso, el lugar maravilloso en todos los sentidos. Sobre todo
porque allí se va a sentir tanto que no podré plasmarlo todo aquí.
Personas con
el alma en los brazos, con el beso en los ojos, la caricia sincera, el abrazo
eternamente agradecido.
La bondad y
la generosidad unidas palma con palma formando un circulo en movimiento.
Ojos que te
hablan sin necesidad de tener que oír nada.
Sigo sin
encontrar palabras para describir la experiencia. Hasta hoy una de las mejores
de mi vida…
“Deja que te
inunde como olas de la mar” así es ella, te inunda de su gran ser y su gran sabiduría.
“Abre el corazón
y lo entenderás” abrir el corazón no siempre es posible, pero tú lo haces muy fácil.
Mujer poderosa
donde las haya, grandiosa de espíritu y enorme de amor…
No podía imaginar
que una persona así aparecería en mi vida para enseñarme tanto como he
aprendido.
Abuela sauce
te llamé, porque así te veo, como la madre tierra, la sabiduría y la
experiencia en tu piel.
Unos ojos
que te calan el alma y te llenan el corazón y una voz que te calma incluso
cuando estás asustada.
Te oí decir
que cuando mueras será todo esto lo que habrás dejado.
Pero tú nunca morirás,
has sembrado tantas semillas en tantas personas que tus frutos seguirán vivos y
con ellos tú siempre.
He aprendido
mucho de toda esta experiencia y me siento enormemente agradecida y feliz de
haberla compartido con unas personas tan maravillosas como las que me he
encontrado.
No fui a
encontrarme con el “primordial” ni siquiera sabía que era, yo fui a encontrarme
con personas que sin conocerme de nada, me han cuidado y me han aceptado como
soy. Me han hecho feliz sin motivo y me han regalado lo mejor que tienen. Me han
dado su mano, me han enseñado mucho, porque he aprendido algo de cada una de ellas. Me han
valorado y me han aportado cosas maravillosas.
Me han
llenado el alma de muchas emociones y todo eso es gracias a ti, mi querida
Abuela Sauce, por hacer lo que haces, por amar tu trabajo y por amarnos a
nosotros como lo haces. Por poner en cada vivencia todo lo que llevas dentro
para que personas como yo puedan recibirlo.
Gracias de
nuevo, volveremos a vernos.
Muy pocas veces he encontrado en el camino una naturalidad, expresividad y gracia natural como la tuya. Brillas con una luz tan propia, tu autenticidad es tan innegociable, tu frescura, bravura y cada uno de tus silencios tan incalculables, que me hiciste recuperar mi esperanza en que somos pura vida que merece ser desparramada..Fuiste tú, Zelaia, la que trajiste un aire tan fresco y lleno de un oxigeno de ensueño, que imantaste los corazones de todos los presentes..y ese magnetismo tuyo, no puede atraer otra cosa que la sabía vibración de cada raíz de la abuela-sauce, y cada uno de sus retoños sintieron en tí su sabía renovada....
ResponderEliminarSin palabras de nuevo, solo GRACIAS.
ResponderEliminarOhhh Zelaya, preciosa niña de fuerza y dulzura, con z de corazón, tu ser hermoso no sólo nos encontró, nos enseñó el caminar elegante y alegre que cómo un angel victorioso muestras.
ResponderEliminarRecordaré los momentos gloriosos, amorosos y esplendorosos que hemos vivenciado juntas.
Gracias Paloma eres una persona maravillosa e increible.
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