Sé que no eres mi abuelo pero sí el único abuelo que yo he
conocido, mi referente de ello y siempre te he visto así.
Eres abuelo de muchas personas a las que amo, y padre de
otros tantos.
Yo no conocí a los míos, ni al uno ni al otro, pero tú has
ocupado ese lugar en mi corazón apenas sin querer.
Siempre te recordaré sentado en tu sillón, ya sea en tu salón
o en la casa de la playa. Bañándonos juntos y “pescando” bajo el barco.
Has tenido la gran virtud de juntar a una gran familia,
siempre te han gustado las reuniones abundantes. E incluso en la boda de tu
hijo, estando enfermo, te hiciste fuerte para estar allí.
Solo recuerdo cosas buenas de ti. Has vivido una gran vida
que muchos vamos a envidiar siempre, ahora que tu luz se apaga poco a poco
sigues demostrando lo fuerte que es tu cuerpo. Testarudo hasta para esto…
Puedes sentirte orgulloso de tu paso por este pequeño mundo
que formamos entre todos, pero sobre todo puedes estar orgulloso de tu gran
familia. Todos y cada uno de los seres que la forman te adoran.
Ahora que todos agarran tu mano para acompañarte a lo que a
partir de ahora es un viaje solo para ti, en el cual te encontraras con tu
bella esposa, con mis abuelos que te esperan impacientes. Estoy segura que
ellos egoístamente están deseando que llegues de una vez y los abraces.
Sabemos que vas a estar muy bien acompañado.
Ahora que todos
agarran tus manos y te las besan piensa que nos dejas lo mejor de ti.
Ve tranquilo abuelo, míranos desde tu espacio infinito y quédate
en nuestros corazones para que viva por siempre tu recuerdo.
Nunca has sido mi abuelo pero para mí siempre serás MI ABUELO
JUAN.
“Puedes llorar porque se ha ido, o
puedes sonreír porque ha vivido.
Puedes cerrar los ojos y rezar para
que vuelva, o puedes abrirlos y ver todo lo que ha dejado;
Tu corazón puede estar vacío porque
no le puedes ver, o puede estar lleno del amor que compartiste.
Puedes llorar, cerrar tu mente,
sentir el vacío y dar la espalda, o puedes hacer lo que a él le gustaría;
Sonreír, abrir los ojos, amar y
seguir.”