jueves, 2 de diciembre de 2021

Mis noches son enteras.

 

Cuando recuerdo todas las noches que he pasado sin dormir, desvelándome, pensando en todas las cosas que nos estaban pasando, nuestros besos a escondidas, deseando que estuvieras a mi lado,  siento una calma inmensa.

Ahora mis noches son enteras y no hay nada que consiga robarme el sueño.

Recuerdo todas las veces que me desperté con el sonido de tú despertador, sin estar durmiendo en la misma cama, cada una en su casa. Pero… yo me despertaba deseando darte los buenos días.

Ahora, es real, tu despertador me despierta de madrugada, estoy encantada… porque, simplemente, puedo llenarte de besos…  sin más estás aquí, puedo abrazarte toda la noche y sonreír mientras lo hago. Tienes que entender que para mí es un regalo despertar y tenerte al lado, sentir tu cuerpo, poder olerte y oírte respirar.

Me llenas cada huequito de vacío que tengo en mí, cada momento de tristeza y conviertes mis días en alegría e ilusión.

Vives alojada en mi mente y no hay momento en que no esté pensando alguna cosa para poder sorprenderte.

Tienes razón cuando me dices que lo mejor que le puede pasar a una persona es vivir con ilusión y esperanza, me has hecho pensar sobre eso y estoy totalmente de acuerdo contigo.

Tengo toda mi ilusión apostada a una sola carta, a esa que lleva tu nombre y se apellida nosotras.

Qué decir de la esperanza, igual de entregada que la ilusión, cargadita de amor y energía. Me encuentro sabiendo que todo va a salir bien, que somos fuertes, que estamos llenitas de pasión y admiración la una por la otra y contra eso no hay nada que hacer mi amor.

Pero si no me sintiera orgullosa de ti no podría funcionar nada de lo que he dicho antes.

Estoy orgullosa de quien eres, de cómo eres, de cómo me miras, de todo lo que eres capaz de hacer y hasta donde puedes llegar… nunca dejas de sorprenderme cariño.

Con todo esto, solo quiero, decirte una vez más, que repetiría toda nuestra historia exactamente igual, que no le cambio ni una sola coma, cada cosa que ha ocurrido nos ha dejado un aprendizaje, para poder andar de la mano y hacer nuestro propio camino.

Todas las cosas que me haces sentir y me permites vivir son buenas, bonitas y especiales. Porque cada día contigo es especial y quiero seguir descubriendo todo lo que podemos llegar a ser.


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jueves, 4 de noviembre de 2021

Te debo este sueño...

 

Que no me despierten, que no se acabe este maravilloso sueño, ni tampoco la sensación que siento cuando te miro.

Por un instante no quise iniciar nada, por miedo, tenía demasiados, todavía conservo algunos que lento van desapareciendo, pero sé que se irán… tú te estás encargando de ello, pero ahora no dejo de pensar que no quiero que se acabe, porque me encanta lo que siento, lo que vivo y lo que vendrá.

Como dice mi buena amiga, estoy en una nube. Sinceramente, encima de una nube se vive muy bien y no me apetece para nada bajarme de ella.

La sensación, el deseo, las ganas, las sorpresas, los detalles, las miradas, los avances, la ilusión, la pasión, las caricias y tus manos con las mías…

Miro hacia atrás y no me puedo creer donde hemos llegado y todas las cosas que han cambiado, que has cambiado y logrado.

Me sale la sonrisa, es inevitable e imparable. Es algo que no puedo controlar y tampoco quiero hacerlo. Si tengo una sonrisa tan bonita, ¿Por qué iba a dejar de sonreír?



Estoy segura de lo que quiero, ya lo sabes, de que te quiero, también lo sabes, pero sobre todo estoy totalmente segura de que no quiero dejar de sonreír como lo hago ahora.

Eres el motivo de muchas de mis sonrisas y tengo que decirte tres cosas sobre eso:

              Me encanta, sigue haciéndolo así de bien y muchas gracias mi amor…


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sábado, 23 de octubre de 2021

Salvoconducto

No necesito que nadie venga a rescatarme de una torre custodiada por dragones cual princesa encerrada, pero sí necesito, algunas veces, que vengas a sacarme de mis malos ratos, de mis sombras, de mis dudas y mis miedos.

No todos los momentos son malos, ni todos son buenos.

Me encuentro en una montaña rusa de emociones, tristeza y  sentimientos que,  no me da tregua.

Es muy difícil no pensarte, y cuando consigo hacerlo es porque me encuentro en otra dimensión.

No creí que el tiempo pudiera pesar tanto. Las horas son tan largas ahora, como cortas se me hacen contigo y los días... qué te voy a contar de lo largo que se me hace el día sin poder abrazarte.

Me he vuelto adicta a tus brazos. No sé en que momento ha ocurrido... no me dí cuenta y si lo hice preferí mirar hacía otro lado, porque lo estaba disfrutando, a sabiendas de la consecuencia que me traería tanta intensidad.

Hay algunos momentos, en los que creo tener todo el derecho de expresar cada cosa que siento, y en cambio cuando decido hacerlo hay una fuerza mental que me lo impide y pienso, no le hagas eso, no la dejas avanzar, no actúes por instinto ni por impulso. Es entonces cuando me bajo al sub suelo y es solo allí donde acongojada encuentro el desahogo y la calma que necesito.

Es cuando por un pequeño instante maldigo todo lo que soy capaz de sentir, y a continuación a mi misma por sentirlo y no saber controlarlo, no poder pararlo y tampoco querer hacerlo.

Por eso te uso a modo de salvoconducto.

Tu sonrisa en mi recuerdo es la salida mas rápida de los momentos de caída.

Cuando me intento convencer de que todo es por y para tu bienestar consigo calmarme.

Por el momento sigo pensando que todo pasa por algo, que nada se puede parar, que lo que tiene que ser será.

Pero también, tengo momentos en los que solo quiero salir corriendo, no mirar atrás y dejar de sentirme mal.

Ya sé que pasará,  que un día me bajaré de esta puta montaña rusa en la que me encuentro y vomitaré todo lo que me tragué y no fuí capaz de digerir.

Mientras tanto voy mareada, deseando que pare de una vez y que se vuelva todo, un tranquilo paseo en barca por algún río, a la caída del sol, porque aunque no me gusta nada navegar, ni tampoco la falta de emoción, lo que más necesito ahora mismo, y con urgencia es estar tranquila.

jueves, 21 de octubre de 2021

Las cosas se acaban cuando se mueren.

 

La primera vez que dije que te quiero ocurrió sin darme cuenta, salió de mi boca sin pensar y fue solo para que entendieras que por ese motivo sigo aquí.

Desde entonces no he podido parar de decírtelo o escribírtelo y a su vez no he dejado de oírlo de tu boca, esa boca que me pierde cuando habla, cuando me besa, me muerde o simplemente cuando sonríe.

Mirarte a los ojos mientras lo digo es para mí de las mejores sensaciones que vivo a tu lado y recibir lo mismo por tu parte  es un regalo, que ya sé sin que lo digas que lo haces y a día de hoy ese es tu consuelo.



He descubierto, que otras veces, no necesitas oír nada para saber lo que estoy diciendo, para que recibas mis declaraciones de amor más sinceras, que solo con una mirada te llega y entonces me sorprendes con un “yo también a ti” y entonces mi sonrisa prende iluminando mi cara como el que enciende un mechero en plena noche.

Hace días, estuvimos hablando sobre la diferencia entre el cariño, el amor, el querer y el amar… y quedó claro… pero sinceramente, mi amor,  yo ahora mismo me he perdido entre tanta muestra de amor y me sobran etiquetas que ponerle a nuestra historia.

Todos los días me digo a mi misma que hoy no escribiré nada sobre ti, sobre nosotras… pero es algo que no puedo evitar, las letras me nacen entre los dedos y no quiero tampoco frenar este instinto que no es otro que soltar todo lo que siento y pienso, una forma más de desahogarme.

A veces me cabreo, me enfado y no me soporto a mí misma. En otros momentos soy la tía más empática del mundo y me gano un óscar en el papel de mujer comprensiva que desempeño, pero es cierto que cualquier estado de ánimo en el que me encuentro, finalmente, desaparece y solo me queda sonreír.

Sí, sonreír, aunque pueda parecerte mentira ahora mismo, porque pienso en ti y me nace la sonrisa, de tu esencia, tu valentía, tus intenciones, tu forma de querer y hacer, tu sacrificio, tu generosidad, tu bondad y tu humanidad; y agradecer a la vida la oportunidad de verte despertar, llorar, sentirte respirar, calmar tu mal estar, verte sonreír, oírte reír, respirar y olerte mientras te abrazo.

Sigo pensando que las cosas solo se acaban cuando se mueren y nosotras todavía no lo hemos hecho, mientras tanto, consuélate sabiendo que sé que me echas de menos, que sé y no tengo ninguna duda de que me quieres y que estaré aquí para ti y sé que estarás ahí siempre para mí.


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miércoles, 20 de octubre de 2021

Mientras mi gato juega con tu pelo.


Mientras mi gato juega con tu pelo yo me imagino durmiendo junto a ti noche tras noche y sueño con ello…

También me imagino cocinando a tu lado recetas del día a día.

Hace un tiempo que eres el primer pensamiento que tengo al despertarme y el ultimo al acostarme.

Pienso en lo suave que tienes la piel, en lo mucho que me gusta acariciar tu rostro mientras tu cara hace un pequeño movimiento de acercamiento. Podría quedarme en ese momento horas enteras.

Pienso en lo estirado que llevas el pelo cuando lo llevas recogido y lo mucho que se enreda entre mis dedos cuando está suelto.

Pienso en tu sonrisa, preciosa, alegre, perfecta, honesta y también pienso en tu risa.

Pienso en tus manos con las mías, en cómo me acarician mientras me observas.

Pienso en tu esencia caminando por mi cuerpo y en tus ojos clavados a los míos. No puedo dejar de pensar en ellos, en lo bonitos que son y en todo lo que me trasmiten. Como puedo sentir tu mirada así de dentro aunque no me estés mirando, solo con pensarla.

También pienso en tu voz, pero no consigo recordarla, no soy capaz de oírte repetir algunas de tus frases típicas, ni la recuerdo llamándome, ni pidiéndome un beso con cara de suplica, ni diciéndome todos los planes que quieres que hagamos juntas.

Me siento triste porque no consigo recordar como suenan tus “te quiero” en mi oído, ni tampoco tu discurso para convencerme de que el amor para toda la vida existe.

No sé qué significa exactamente, no lo sé pero cuando estoy lejos de ti no puedo recordarte entera y me encuentro perdida, sin rumbo y nerviosa.

No sé cómo voy a solucionar esto pero detesto no recordar el sonido que haces al hablar, solo sé que me muero por oírte y que tu abrazo me dé la calma que no encuentro en estos momentos.


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lunes, 11 de octubre de 2021

¡Que no!

 

 

-Cariño déjalo estar…

-¡Que no!

-Quédate con lo vivido y ya…

-¡Que no, que no!

Ese “que no” repetido una y otra vez, enérgico y decidido se me ha quedado hoy clavado en el pensamiento, no para de repetirse en mi cabeza todo el tiempo. No sé muy bien si es triste o alegre pero ahí está.

Aunque intento no pensarlo mucho, sin querer, vuelve a retumbar como un tambor una vez detrás de otra en modo bucle y vuelvo a repetir lo mismo, no sé si es tristeza o me pone alegre.

Me doy cuenta que he dicho cosas que no quiero, luego me arrepiento y me pregunto el motivo por el cual lo hago y no es otro que hacerte la vida más fácil, hacérnosla más fácil, como si se nos fuera a hacer menos complicado intentar vivir negando la realidad.

Y vuelve a retumbar, ¡que no!

Entonces empiezo a añadirle coletillas a tu imposición y ya me pierdo en pensamientos que me atormentan.

Que no puedo… que no quiero… y yo no sé con cuál de las dos quedarme.

Que no puedo hacerlo. También es una frase que se lleva repitiendo en mi cabeza un tiempo. Yo creo que consigo entenderte pero en realidad solo te estoy justificando porque no soy capaz de comprender nada. Me cuesta mucho encajar tus dudas y tus claridades, tus blancos y tus negros, tu sí pero no.

Que no quiero. Esa forma de no conformarte y revelarte ante quien sea, de no ser títere de nadie y ser dueña de tu vida. A su vez te veo tras la sombra de un recuerdo, de una nostalgia, de la rutina, de un es que me da pena pero también me molesta su presencia… yo no quiero saber más cariño, no quiero volver a oír la misma canción otra vez. Juro que he alcanzado el límite en el que mi salud emocional está en juego y no me lo puedo permitir. Sé que lo entiendes perfectamente.

Por eso te pido que no vuelvas si no es para quedarte, que no vengas con dudas, que no nos lastimemos, que no dedican por ti, que no hagas nada que no quieras hacer, que no dejes de pensar en ti ni un solo momento, que no dudes de las cosas que sientes y que no tengas miedo. Que todo estará bien…

Admiro cada uno de los pasos que has sido capaz de dar, pero has entrado en una región de arenas movedizas que te va tragando y ya solo te queda la cabeza fuera y apenas eres capaz de respirar.

Solo tú puedes salir de ahí ya sea llenando tus pulmones de aire o ahogándote en el fondo.

Solo quiero que, hagas lo que hagas, sea con el corazón, pensando solo en ti y en lo que realmente sientes y quieres tú.


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viernes, 8 de octubre de 2021

Paz y ciencia.

 

Había pensado en ti muchas veces y soñado contigo tanto que no consigo creerme la realidad que estoy viviendo.

Le pedí a mi querido universo que vinieras, pero me olvidé de un pequeño detalle.

No quiero dejar de sentir tu piel, ni dejar de oler tu aroma. Es algo que tengo muy claro.

Si pienso en que un día no pueda acariciarte la cara y besarte los labios me pongo nerviosa, el cuerpo se me descompone y vivo con ese miedo constante día tras día.

Me estremezco cuando siento tus besos, me enciendes el ritmo y me emocionas la piel.

Mirarte a los ojos es volar dentro de ti y cogerte de la mano es tan sagrado como un recién nacido.

Abrazarte me conecta a ti de una manera que no sé explicar…ahí fue donde se inició esta historia, en los abrazos y poco a poco conexión tras conexión hemos creado algo maravilloso.

Una historia que a mí me parece preciosa, emocionante, inquietante y que no es ninguna tontería, como dices tú… sentir tu presencia ya es bonito y verte aparecer me alegra el día.

Últimamente mis días esperan ese momento impaciente, ese instante en el que me rebosa el corazón en un latido largo e intenso, que cuando me abrazas tu puedes sentir mis pulsos y a la vez me das la calma necesaria para no entrar en taquicardia.

Cuando te acercas, tu perfume me invade y me lleva a ese lugar en el que tú y yo jugamos con el tiempo tanto que vuela.

No puedo explicar las cosas que siento cuando estoy a tu lado y aunque tú ya las sabes, solo puedo decirte, mi amor, que quiero quedarme a ver donde nos lleva este camino.




Se me habían quedado atascadas todas las letras en la punta de los dedos y no era capaz  de sacarlas ni expresarme hasta hoy.

No son otras que de alegría, de orgullo y de admiración hacía tu persona.

Porque fuera como fuera tu alegría ya me cautivó.

Porque sea como sea yo ya estoy orgullosa de haberte conocido.

Y porque pase lo que pase yo siento una gran admiración por ti.

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martes, 31 de agosto de 2021

Como la cigarra...

 

“Cantando al sol como la cigarra, después de un año bajo la tierra”

He necesitado varios días para digerir todo lo vivido y poder plasmarlo en letras.

A veces, cuando las sensaciones son tan intensas, es muy difícil hacerlas legibles, retumban en mi cabeza de mil maneras e ideas distintas hasta que algo le da la forma… en este caso ha sido “la cigarra”.

“Y a la hora del naufragio y de la oscuridad, alguien te rescatará para ir cantando”

A mí me rescataron los brazos latentes llenos de amor, de paz, de calma. Las miradas desinteresadas y emocionadas, se colaron sin más en las profundidades de mi ser.

Lo he necesitado muchas veces durante estos tiempos de soledad física, de estar y sentirse solo.

“Tantas veces te mataron, tantas resucitarás, cuántas noches pasarás desesperando”

Cuántas veces fuimos escombros desolados, cuantas veces nos mató la vida y volvimos a nacer, a resucitar, a vivir, cuantas unos ojos nos salvaron y nos dieron vida unos brazos, unas danzas o una mirada

“igual que sobreviviente, que vuelve de la guerra”

Así he vuelto yo, como de la guerra. Donde todo se desordena.  Donde los compañeros, a los que no conoces, se hacen familia eterna. Donde aprendes a batallar contra los demonios internos que todos llevamos  dentro. Donde ganamos las batallas desde el amor. Donde los tambores de esta guerra activan un desfile de sonrisas y emociones. Donde las armas para nuestra defensa son simplemente mirar hacia dentro y encontrar el camino. Una guerra de amor y generosidad, sin violencia, de bondad, de confianza, de cuidar y que te cuiden, de aprender y crecer… de ofrecer.

Donde se aprende a abrazar desde dentro, donde valoras todo lo que la vida te ha dado y te ha quitado. Donde das las gracias cada amanecer por ser quien eres y como eres.

“Gracias doy a la desgracia y a la mano con puñal, porque me mató tan mal y seguí cantando”

Mil veces gracias por las vivencias, las danzas, las emociones, las canciones, las risas, los abrazos, los llantos, las caricias y las miradas, sin filtro porque todo es intenso al máximo.

Todo es único e irrepetible, cada persona, cada momento, cada conexión…

Lo primordial está en la esencia, en el placer de los sentidos, en los elementos, en la madre tierra. Nosotros solo somos un complemento más para llegar a ello.

Qué os voy a contar… el que lo ha vivido sabe de lo que hablo y quien no lo sepa debe plantearse seriamente vivir una experiencia así.

He vuelto cargada, como cada año.

Cargada de amor y cariño. Llena de emociones, de superaciones, de aprendizajes y experiencias.

Me traje amigos en los bolsillos, algunos ya son familia.

Me traje un amor a primera vista.

Me traje encuentros inesperados, juro que no esperaba encontrarme de nuevo contigo.

Me traje algunos esquemas rotos y sorpresas.

Me traje la luna llena reflejada en tus mejillas.

Me traje coplas y compás.

Y entre tanto traje y traje, me traje un traje, me vestí de flamenca alegre y agitando un abanico blanco quiero que me recuerden todos. Desde una sonrisa. Nos volvamos a ver o no en esta vida. De no ser así, nos veremos en la siguiente seguro, salvando a la humanidad desde el amor.

Allá donde vean un abanico blanco siendo agitado les sonrío alegremente.




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sábado, 14 de agosto de 2021

Vivos

 

Esta noche, una de las más bonitas de ver, bajo el manto de estrellas, con música de fondo, me tumbo a mirar el cielo, pongo las manos sobre mi cuerpo y siento mi propio latido, lo siento en calma pero fuerte.

Miro al espacio y no puedo evitar sentirme pequeña.

Doy gracias al universo por el tamaño que me ha dado, me siento pequeña pero sé que soy muy grande.

Me pasan muchas ideas por la cabeza, voy de una a otra y no consigo dejar la mente en blanco.

El sonido del agua me traslada y recuerdo que hace unos años estábamos aquí mismo viendo llorar a san Lorenzo un día como hoy.

Y no, no puedes dejar de mirar el cielo ni un solo instante porque te pierdes el perfecto espectáculo que dan las estrellas.

Y pienso en quien era antes…aquí a su lado, viéndolas pasar por encima de nuestras cabezas y veo quien soy ahora, todo lo que he cambiado y evolucionado.

El orgullo me invade de nuevo y me emociona saberme tan inmensamente capaz de asumir, de empatizar, de comprender, con total asertividad… como me dijeron mis amigas esta tarde.

Eres alegre y optimista, de mente armónica, tranquila y equilibrada, eres grande… de ese tipo de personas que aparte de una amistad muy bella te puedes llevar muchas enseñanzas y perspectivas diferentes, de las que suman. Y yo que me siento pequeña bajo este manto estrellado.

En fin eres alguien con quien apetece estar y quien no lo vea se pierde una buena fiesta.

Tener amigas que te vean el alma es un regalo, por ello doy las gracias de nuevo a este bendito universo que me puso en este lugar en este momento.

Soy de las que piensa que hay que dejar algunas cosas para después de la muerte. Esta vida es demasiado como para desperdiciarla con tristezas, negaciones u oscuridades.

Soy luz y cada día que pasa brillo más y con más fuerza. Todos los días aprendo cosas nuevas y ese baile no me lo quita nadie. Como tampoco me pueden quitar el placer de ver estrellas fugaces en calma, la ilusión de un nuevo viaje, de nuevos planes, de vivir.

Porque hoy me siento más viva que nunca aun teniendo los bolsillos vacíos, la cuenta en rojo y el capital en bancarrota.

En cambio soy rica en placeres, en vivencias, en amigos, en familia, en amor, en bondad, en ilusiones, en tiempo, en vida, en sueños, en caminos por recorrer, en abrazos que recibir, en besos que dar, en planes, en días aburridos, que también son necesarios, en espacios para mi, en caricias, en olores, en latidos y en sentidos.

Y si algún día viene la vida a darme jaque mate, aquí me tiene, me pillará viviendo al máximo cada instante y disfrutando del regalo que ha sido hasta el final. Seguramente me pillará bailando al son de una bonita música de tambores, sintiendo la tierra, el aire y el fuego. Me encontrará descalza y soñando.

Como dice la canción, estamos vivos y no debemos malgastar el tiempo de la vida en cosas sin importancia. Si algo no te gusta, cámbialo. Si alguien no te aporta, aléjate. Si te estás enfermando, empieza a sumar. Si tu pensamiento te aprisiona, canta. Si el pecho te aprieta, baila. Si sientes que no eres feliz, sueña. Si no cumples tus sueños, empieza a andar. Si la tristeza te inunda, comienza a nadar. Si la vida te hace “pupa” te curas y listo.

No hay nada que no se arregle con el tiempo y las ganas. Tienes el tiempo, siembra las ganas y cosecha los frutos de la alegría y la serenidad. Cuida tu mente y tus pensamientos son tu mejor aliado y tu pero enemigo la vez.

Solo tú tienes las llaves para abrir o cerrar las puertas que necesitas, úsalas.

Sueña, ríe, canta, danza, mira un bonito atardecer, agradece cada día, piensa en positivo, bebe mucha agua, haz deporte, come sano, cuídate por dentro, rodéate de personas bonitas, escucha buena música, disfruta, haz algo prohibido de vez en cuando, no tengas miedo… y si lo tienes, hazlo con miedo, no pasa nada.

No dejes escapar tu tiempo, sonríe y vive.





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lunes, 9 de agosto de 2021

Se puede ser mas bonita??

 

No se puede no!

Y tengo la profunda intención de que siga siendo así, no me apetece en absoluto descubrir que puedes dejar de serlo.

La memoria es selectiva, ya lo sabemos, por ello me voy a quedar solo con los recuerdos que me arrancan hoy una sonrisa, para no olvidarme de las risas, las miradas, las caricias, los placeres, los detalles y las ganas dentro de unos años.

Los abrazos…no me quiero olvidar de tus abrazos, porque llevan colgado un, “que bien hueles” cuando solo es colonia infantil. Tú sin embargo hueles a inciensos con velas encendidas, a playa y sol, a cítricos y a aceites esenciales.

Algunas veces, cuando bostezo y se me estiran todas las capas de piel de la cara y la boca, viene a mí el sabor de tus besos y sin darme cuenta vuelvo a saborearte mientras sonrío.

Porque tienes un sabor que me pierde y eso aún me gusta.

Porque me encanta que me recibas en ropa interior con un “pasa y ponte fresquita”

Porque eres una copilota increíble hasta cuando te pones golfa y decides meterme mano mientras conduzco.

Porque hacer una lista nombrando algunas de tus cualidades no es tan sencillo como creía…sonaban mejor en mi cabeza. Y digo algunas porque no las conozco todas y otras muchas me las guardaré para mí.

Porque eres bonita cuando sonríes y cuando no, cuando estas agotada y cuando duermes, disfrutando, al sol y a la sombra, seca o mojada, eres bonita por dentro, también por fuera, de frente y de espaldas mientras te alejas con ese contoneo que tienen tus caderas, lo eres con cosquillas, con placeres…eres bonita hasta cuando te pones celosa.

Todo pasa por algo, por ello no te vi aquel día…y mira q había luces allí. Sencillamente así, después de un baile y una noche te comencé a mirar.

Por eso ahora lo que veo lo quiero conservar. Veo a una persona llena de cualidades que valoro, admiro y quiero que sigas aquí. De otro modo, con otro baile, con otros besos pero con cosquillas, abriendo el abanico de posibilidades de cosas y planes que hacer juntas, de otra forma de sentir, de otra forma de querer, de otra forma de mirar pero con la misma forma de abrazar.

Quedarme colgada en tu mirada es lo único que me ha dado miedo. Sinceramente me aterra y es una de las cosas que estoy segura que podrían llegar a pasarme, por ello prefiero evitar el riesgo que corro cuando me miras apartando la vista.

Por eso, a veces, no soy capaz de mirarte a los ojos. Ahora ya lo sabes, solo es protección y es mejor así.

Me estoy emocionando al escribir y me tengo que parar a respirar, como si me estuviera despidiendo…que tonta, pero es una emoción limpia, tranquila, de bien estar.

Porque no hemos tenido nada malo, nada insano, nada toxico, nada irrespetuoso, nada triste, nada de culpa ni nada castigado…por eso mismo yo sonrío cuando nos pienso y me siento contenta.

No podemos saber la huella que vamos a dejar a otras personas, ni tampoco la que nos van a dejar a nosotros, eso lo dice el tiempo. Pero las intenciones se ven en la forma de andar.

La vida debería de estar llena de historias bonitas, de personas bonitas y de futuras amigas bonitas.


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viernes, 6 de agosto de 2021

Memoria selectiva

 

Te oigo hablar de algunas cosas de nuestro pasado y no sé porque mi mente decidió olvidarlas…eso de la memoria selectiva a veces es una maravillosa ventaja, me ahorro una gran variedad de malos recuerdos.

Luego me cuentas sobre tu nueva vida y te juro que me repugna oír tanto detalle, pero seguro que mi memoria hará el mismo trabajo y lo olvidaré enseguida.

Cada persona que pasa por mi vida me deja una huella, un aprendizaje, una sensación y posiblemente un recuerdo, pero pienso en quien era yo antes de ti y te mereces un monumento.

Tanto aprendí, tanto cambié, tanto superé…probablemente seas la persona de la que más me he beneficiado.

Por cada vez que con tus manos y tu boca controlaste mis actos, mis amigos, mi trabajo y mi libertad, yo aprendí a caminar un poco más rápido.

Por cada grito que mis oídos tapados intentaban evitar que entrara en mi pequeña cabeza mi vista subía un centímetro.

Por cada insulto que recibía y lanzabas mi autoestima al subsuelo mi frente con el tiempo se alzaría sin control.

Por todos los actos de odio que, con todo el amor que decías que me tenías, tú dañabas mi alma y me anulabas las ganas, con todos esos yo me hice una soga.

Por cada vez que me tumbabas como en un ring de boxeo y me escupías tus traumas a la cara yo me cosí la boca y nunca más te pedí que parases.

Por cada vez que sentí el golpe de tus manos contra mi espalda yo aprendí a darme la vuelta, a darte la cara y a retarte para que me dieras mas y mas fuerte.

Por cada vez que rompiste mis recuerdos, los esparciste a trocitos por el suelo y quedaron sin arreglo yo sentía más cerca a los míos, a mi familia, a mi madre.

Aunque ella nunca se fue y con sus manos de madre guerrera me saco de allí. He de reconocer una vez más que le debo la vida, me salvó en todos los sentidos en los que puede salvarse a una persona.

Podría seguir pero no quiero hundirte. Entonces llego el día, cogí mi vista que miraba el horizonte el cual estaba lleno de cosas nuevas por vivir, cogí mi frente, alta y serena y entre mis manos encontré una soga construida con derrotas, humillaciones, dolores, sangre, quemaduras, rozaduras, insultos, odio y la usé para atarte las manos y quitarte todos los permisos que yo misma te había dado para que pudieras dañarme y anularme, entonces comencé a andar rápidamente y sin mirar atrás.

No fue difícil, si lo hubiera aprendido antes…todo lo que me habría ahorrado. Pero la vida te enseña las cosas hasta que las aprendes, si necesitas que sea a la novena, nueve veces te lo va a enseñar o las que sean necesarias.

A día de hoy no entiendo como hay personas que después de toda una vida no aprenden algunas lecciones…pero eso ya es asunto suyo. Probablemente necesitan superar el miedo. No es natural temer a la persona que se ama. No querer pestañear por miedo, ni hablar, ni moverte o incluso respirar dormida puede ser aterrador.

Yo aprendí, a base de golpes pero lo hice. Soy la persona que quiero ser y estoy orgullosa de eso, de las guerras ganadas y las batallas perdidas y saber que todo es un aprendizaje.

Mi memoria olvidó muchos momentos que para ti fueron felices…yo en cambio lo eliminé y por más que me esfuerce en recordar, cuando te oigo contármelas me parece que me hablas de una película en la que me quedé dormida.

Te doy las gracias por todo lo que me hiciste crecer y lo fuerte que puedo llegar a ser, te perdoné hace bastante tiempo y pasé la página de mi libro, esa tan negra que yo recuerdo tan borrosa y quedó aplastada por historias y personas preciosas que pasaron por mi vida y me acariciaron las cicatrices con besos.

Hoy vuelvo a escribir sobre esto para no olvidar quien soy, de donde vengo,  quien fui, donde no volveré a estar y por supuesto quien no volveré a ser jamás.


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martes, 5 de enero de 2021

¡Todos a una!

 

Todas las personas que me seguís habéis observado un literal parón en este blog, se ve que las musas me han abandonado.

Pero ahora vienen los reyes magos a devolverme un poquito de inspiración. Ojala pueda retomar.

A flor de piel están los nervios de los más pequeños por la llegada de sus majestades los Reyes Magos de Oriente y los mayores les pedimos salud…y no, no es la palabra más usada este año, pero si la más valorada.

                                                                                     

El 2020 se ha ido cargado de aprendizajes. Todos hemos aprendido a cuidarnos y a cuidar de los nuestros. Y los que no lo han conseguido, no ha sido por falta de ganas, ha sido para que el resto aprendamos porque alguien tenía que ser quien nos enseñara todo esto.

Ahora sabemos estar en casa y que nadie vuelva a decir que no puede estar sin salir.

También sabemos que el contacto, el afecto, las caricias, los besos y abrazos son una parte muy imprescindible para vivir.

Este año nos ha enseñado un gran vocabulario, palabras que no habíamos pronunciado nunca, pandemia, confinamiento, desescalada, hidroalcohólico, FFp2, epidemiólogos, epi y por supuesto, la más nombrada, covid…

Hemos aprendido a vivir con miedo. Miedo incluso a comer con un amigo, con la familia. Miedo a celebrar la Navidad.

Que un murciélago dicen…perdonad que no me lo crea. Ningún ser es más destructivo que el propio ser humano…ahí lo dejo.

 Sé que muchos han perdido a seres queridos, otros habéis estado a punto de hacerlo. Y muchos, pero que muchos luchan a diario en primera línea de batalla. Y ¡ojo! Conservan la sonrisa.

Yo he tenido la suerte de no experimentar esas sensaciones hasta el momento y me siento muy agradecida.

Ha quedado claro que la familia y la salud son lo más importante. El resto son pequeñeces…

Gracias 2020 por lo aprendido el 2021 nos seguirá enseñando cosas muy interesantes y cuando hayamos aprendido la lección volveremos a respirar libres aire limpio.

Seguiremos todos a una en contra de este bicho y habrá un antes y un después….

¿Seremos mejores o volveremos a las viejas costumbres?