viernes, 8 de octubre de 2021

Paz y ciencia.

 

Había pensado en ti muchas veces y soñado contigo tanto que no consigo creerme la realidad que estoy viviendo.

Le pedí a mi querido universo que vinieras, pero me olvidé de un pequeño detalle.

No quiero dejar de sentir tu piel, ni dejar de oler tu aroma. Es algo que tengo muy claro.

Si pienso en que un día no pueda acariciarte la cara y besarte los labios me pongo nerviosa, el cuerpo se me descompone y vivo con ese miedo constante día tras día.

Me estremezco cuando siento tus besos, me enciendes el ritmo y me emocionas la piel.

Mirarte a los ojos es volar dentro de ti y cogerte de la mano es tan sagrado como un recién nacido.

Abrazarte me conecta a ti de una manera que no sé explicar…ahí fue donde se inició esta historia, en los abrazos y poco a poco conexión tras conexión hemos creado algo maravilloso.

Una historia que a mí me parece preciosa, emocionante, inquietante y que no es ninguna tontería, como dices tú… sentir tu presencia ya es bonito y verte aparecer me alegra el día.

Últimamente mis días esperan ese momento impaciente, ese instante en el que me rebosa el corazón en un latido largo e intenso, que cuando me abrazas tu puedes sentir mis pulsos y a la vez me das la calma necesaria para no entrar en taquicardia.

Cuando te acercas, tu perfume me invade y me lleva a ese lugar en el que tú y yo jugamos con el tiempo tanto que vuela.

No puedo explicar las cosas que siento cuando estoy a tu lado y aunque tú ya las sabes, solo puedo decirte, mi amor, que quiero quedarme a ver donde nos lleva este camino.




Se me habían quedado atascadas todas las letras en la punta de los dedos y no era capaz  de sacarlas ni expresarme hasta hoy.

No son otras que de alegría, de orgullo y de admiración hacía tu persona.

Porque fuera como fuera tu alegría ya me cautivó.

Porque sea como sea yo ya estoy orgullosa de haberte conocido.

Y porque pase lo que pase yo siento una gran admiración por ti.

AUDIO

No hay comentarios:

Publicar un comentario