Esta noche, una de las más bonitas de ver, bajo el manto de
estrellas, con música de fondo, me tumbo a mirar el cielo, pongo las manos
sobre mi cuerpo y siento mi propio latido, lo siento en calma pero fuerte.
Miro al espacio y no puedo evitar sentirme pequeña.
Doy gracias al universo por el tamaño que me ha dado, me
siento pequeña pero sé que soy muy grande.
Me pasan muchas ideas por la cabeza, voy de una a otra y no
consigo dejar la mente en blanco.
El sonido del agua me traslada y recuerdo que hace unos años estábamos
aquí mismo viendo llorar a san Lorenzo un día como hoy.
Y no, no puedes dejar de mirar el cielo ni un solo instante
porque te pierdes el perfecto espectáculo que dan las estrellas.
Y pienso en quien era antes…aquí a su lado, viéndolas pasar
por encima de nuestras cabezas y veo quien soy ahora, todo lo que he cambiado y
evolucionado.
El orgullo me invade de nuevo y me emociona saberme tan
inmensamente capaz de asumir, de empatizar, de comprender, con total asertividad…
como me dijeron mis amigas esta tarde.
Eres alegre y optimista, de mente armónica, tranquila y
equilibrada, eres grande… de ese tipo de personas que aparte de una amistad muy
bella te puedes llevar muchas enseñanzas y perspectivas diferentes, de las que
suman. Y yo que me siento pequeña bajo este manto estrellado.
En fin eres alguien con quien apetece estar y quien no lo vea
se pierde una buena fiesta.
Tener amigas que te vean el alma es un regalo, por ello doy
las gracias de nuevo a este bendito universo que me puso en este lugar en este
momento.
Soy de las que piensa que hay que dejar algunas cosas para después
de la muerte. Esta vida es demasiado como para desperdiciarla con tristezas,
negaciones u oscuridades.
Soy luz y cada día que pasa brillo más y con más fuerza. Todos
los días aprendo cosas nuevas y ese baile no me lo quita nadie. Como tampoco me
pueden quitar el placer de ver estrellas fugaces en calma, la ilusión de un
nuevo viaje, de nuevos planes, de vivir.
Porque hoy me siento más viva que nunca aun teniendo los
bolsillos vacíos, la cuenta en rojo y el capital en bancarrota.
En cambio soy rica en placeres, en vivencias, en amigos, en
familia, en amor, en bondad, en ilusiones, en tiempo, en vida, en sueños, en
caminos por recorrer, en abrazos que recibir, en besos que dar, en planes, en días
aburridos, que también son necesarios, en espacios para mi, en caricias, en
olores, en latidos y en sentidos.
Y si algún día viene la vida a darme jaque mate, aquí me
tiene, me pillará viviendo al máximo cada instante y disfrutando del regalo que
ha sido hasta el final. Seguramente me pillará bailando al son de una bonita música
de tambores, sintiendo la tierra, el aire y el fuego. Me encontrará descalza y
soñando.
Como dice la canción, estamos vivos y no debemos malgastar
el tiempo de la vida en cosas sin importancia. Si algo no te gusta, cámbialo. Si
alguien no te aporta, aléjate. Si te estás enfermando, empieza a sumar. Si tu
pensamiento te aprisiona, canta. Si el pecho te aprieta, baila. Si sientes que
no eres feliz, sueña. Si no cumples tus sueños, empieza a andar. Si la tristeza
te inunda, comienza a nadar. Si la vida te hace “pupa” te curas y listo.
No hay nada que no se arregle con el tiempo y las ganas. Tienes
el tiempo, siembra las ganas y cosecha los frutos de la alegría y la serenidad.
Cuida tu mente y tus pensamientos son tu mejor aliado y tu pero enemigo la vez.
Solo tú tienes las llaves para abrir o cerrar las puertas que
necesitas, úsalas.
Sueña, ríe, canta, danza, mira un bonito atardecer, agradece
cada día, piensa en positivo, bebe mucha agua, haz deporte, come sano, cuídate
por dentro, rodéate de personas bonitas, escucha buena música, disfruta, haz
algo prohibido de vez en cuando, no tengas miedo… y si lo tienes, hazlo con
miedo, no pasa nada.
No dejes escapar tu tiempo, sonríe y vive.
Asi me gusta, vivir sin otra voluntad mas que la tuya
ResponderEliminarPrecioso, Zelaya, como todo en ti
ResponderEliminar