miércoles, 23 de mayo de 2018

Doña Charo




Señora donde la haya, hija, madre, esposa, abuela y bisabuela.

¡Vámonos a la playa de la caleta! y por la calle una excursión de niños en traje de baño directos a pasar un día en familia.

Baños, almuerzos, cenas, haz la casa, las camas, lava y plancha la ropa. En esta casa tan chica, patio de vecinos. Dando amor toda la vida, nacida para criar, para enseñar y educar.

Nacida para querer y ser querida. Mirada de niña y sonrisa de abuela.

Cabello blanco y manos cruzadas. Medias hasta la rodilla y medalla en el pecho.

La luz de muchos  y la energía de todos.



¿Qué habrás sentido tú al dejarlos? Respondiendo por ti, egoístamente, estas en la gloria, en la mejor compañía y orgullosa del legado que dejas, ahora roto, pero fuerte. 

Nunca la muerte pudo con ellos y sabes que no podrá.

Nacida para querer y cuidar seguirás haciéndolo desde tu recuerdo y seguirás latiendo en los corazones de los tuyos llenos de energía.

No puedo decir nada más sobre ti. Siento no haberme despedido con un abrazo, ahora me pesa y se muestra en forma de lágrima. Sé que dejas almas rotas aunque a mí solo me duele una de ellas, pero sé que es la más fuerte y la que más brilla…dale tiempo.

Entre todos la cuidaremos por ti, Doña Charo,  ha sido un placer coincidir con usted en esta vida, nos veremos en la próxima.


1 comentario:

  1. Por reconocimientos como este, vale la pena haber nacido. Un

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