Aún recuerdo cuando todos me decían –todo lo que venga ahora
será bueno- a eso yo respondía -ya,
claro a peor no puedo ir…-
Ahora miro hacia atrás y es cierto que he vivido muy malos
momentos, han sido realmente tristes y desconsolados. Fueron como yo creía los
peores momentos de mi vida y por los cuales creí morirme.
Esto me ha enseñado a no vivir en el pasado, ni tampoco en el
futuro. He decidido que tengo que mirar por mi presente.
Y en el ahora tengo algo maravilloso…
Tengo nuevos sentimientos que han despertado en mi como
despierta el dragón que custodia una princesa en una torre y viene su príncipe a
rescatarla.
También tengo nuevas ganas, ganas de salir, de entrar, de
estar pero sobre todo ganas de vivir.
Tengo ganas de vivir y experimentar cosas que no he sentido
antes. Lo mejor es poder aprender y poder enseñarte.
Me alegra mucho cuando me describes todas las cosas que estas
aprendiendo conmigo, todo lo que me dices que antes no eras capaz de hacer. Cosas
que para mí son tan naturales, como ir paseando de la mano por la calle,
pararse en las esquinas y entre los coches a llenarnos de besos, mirarnos a los
ojos y que movamos el mundo.
Has aprendido amor, que todo pasa por algo y tú has llegado a
mí para hacerme sentir, para hacerme feliz.
Que yo no te he buscado, que nosotras nos hemos encontrado.
Por eso digo que tengo nuevas cosas que aprender y enseñar. Tenemos
un mundo lleno de sensaciones nuevas y preciosas por sentir.
Tengo alegrías nuevas, tengo momentos perfectos, noches
llenas de besos, tengo sabanas desorbitadas, tengo un desorden ordenado, tengo
un misterio en los cajones, tengo kilómetros por recorrer, tengo ganas de
volver…
Tengo nuevos planes…hacía mucho tiempo que no planeaba nada,
y con la lluvia por testigo formamos nuestras cosas juntas. Nuestras comidas, nuestras
cenas, nuestras noches y nuestros días, nuestros viajes de ida y también los de
vuelta…todo lo que queramos.
Por eso hoy miro atrás, miro y la única palabra que sale de
mi boca hacia mi pasado es, gracias, gracias por marcarme el camino para llegar hasta aquí, gracias por quitar de mi vida las cosas que no me hacían sentir
completas y gracias sobre todo por poner en mis días la luz que me da vida, que
me hace sentir.
Hoy tengo muchas cosas nuevas y todas de ellas son buenas y
positivas. Tengo un alma que se entrega a la mia y unas manos que no quieren
soltarme, tengo días por venir y vivirlos al completo y tengo cambios que me
han dejado huella.
Todo lo que tengo, todo lo que perdí, todo lo que me queda
por ganar…todo ha sido por algo. Dejé mi ropa de tristeza en un cajón olvidada
y ahora visto y calzo de la felicidad que me das, que me doy yo y de la que
puedo llegar a darte.
Gracias de nuevo a la vida por traerte hasta mí y por hacerte
luchar a contra corriente.
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