La verdad no se puede esconder…si late mi pecho ya me siento afortunada, me haces sentir bien.
A pastito
lento, sin prisas, pero sin pausa. El deseo se hace mayor y las ganas me
tientan.
No cambio lo
sucedido, o lo no sucedido…si en una sonrisa tú me das los besos, las tardes y
las caricias que yo he soñado…
Lo que me
haces sentir, no lo cambio, no me arrepiento e incluso te diría que me encanta
sentirlo y sentirlo por tí.
Tengo un
trozo de mi ahí contigo, quiero que lo sepas y el otro aquí deseando estar contigo
y llenarte de todo esto que sale de mí y no te puedo dar.
Llámame
tonta cuando me enfado y me vuelvo estúpida por no poder llamar a tu puerta y
sorprenderte con una botella de vino, vestida con mi alma al desnudo y clavar
mis ojos en los tuyos.
Deseo
perderme en tu mirada y en tus brazos…y en todo lo que tú quieras darme. Día a
día te siento aquí y haces mejores mis días. Y a la vez me enorgullezco de ti
sin saber cómo serás…
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