Todas las personas que me seguís habéis observado un literal parón
en este blog, se ve que las musas me han abandonado.
Pero ahora vienen los reyes magos a devolverme un poquito de inspiración. Ojala pueda retomar.
A flor de piel están los nervios de los más pequeños por la
llegada de sus majestades los Reyes Magos de Oriente y los mayores les pedimos
salud…y no, no es la palabra más usada este año, pero si la más valorada.
El 2020 se ha ido cargado de aprendizajes. Todos hemos
aprendido a cuidarnos y a cuidar de los nuestros. Y los que no lo han
conseguido, no ha sido por falta de ganas, ha sido para que el resto aprendamos
porque alguien tenía que ser quien nos enseñara todo esto.
Ahora sabemos estar en casa y que nadie vuelva a decir que no
puede estar sin salir.
También sabemos que el contacto, el afecto, las caricias, los
besos y abrazos son una parte muy imprescindible para vivir.
Este año nos ha enseñado un gran vocabulario, palabras que no
habíamos pronunciado nunca, pandemia, confinamiento, desescalada, hidroalcohólico,
FFp2, epidemiólogos, epi y por supuesto, la más nombrada, covid…
Hemos aprendido a vivir con miedo. Miedo incluso a comer con
un amigo, con la familia. Miedo a celebrar la Navidad.
Que un murciélago dicen…perdonad que no me lo crea. Ningún
ser es más destructivo que el propio ser humano…ahí lo dejo.
Sé que muchos han
perdido a seres queridos, otros habéis estado a punto de hacerlo. Y muchos,
pero que muchos luchan a diario en primera línea de batalla. Y ¡ojo! Conservan la
sonrisa.
Yo he tenido la suerte de no experimentar esas sensaciones
hasta el momento y me siento muy agradecida.
Ha quedado claro que la familia y la salud son lo más
importante. El resto son pequeñeces…
Gracias 2020 por lo aprendido el 2021 nos seguirá enseñando
cosas muy interesantes y cuando hayamos aprendido la lección volveremos a
respirar libres aire limpio.
Seguiremos todos a una en contra de este bicho y habrá un
antes y un después….
¿Seremos mejores o volveremos a las viejas costumbres?